En este Evangelio, Jesús anuncia a sus discípulos su muerte y su resurrección. Las implicaciones de lo que esto significa para sus discípulos se abordan en la segunda mitad de este pasaje. Los discípulos empezaron a discutir sobre "quién es el más importante".
Pero Jesús les enseña una manera radicalmente diferente: deben ser “siervos de todos” (de donde obtenemos la frase, “liderazgo de servicio”). Jesús entonces enfoca su atención en un niño; del mismo modo que recibimos a un niño es como si recibiéramos a Jesús en nuestra vida. Entonces las preguntas de esta semana son: ¿Cómo vivo mi fe? ¿Busco ser el “primero” o estoy sirviendo a los demás como enseñó Jesús? ¿Me tomo el tiempo de dar la bienvenida a los niños?
Unidos en la fe, creciendo en el amor
En esta serie de sermones de ocho semanas reflexionamos sobre lo que nos une como personas de fe y como eso está formado por lo que Jesús ensenó y cómo vivió.